Mi VOZ ESCRITA, Por Jorge Herrera
El sainete para despojar al joven Darlin Franco de la totalidad del dinero (más de un millón y medio de pesos) que encontró en un vertedero de San Cristóbal está en marcha con la obvia connivencia de la alta autoridad policial y una instancia de eso que aquí llaman justicia.
Solo si uno se sitúa en su lugar podría entender la razón que tuvo para convivir con la basura y la mierda de otros, y todo lo que eso conlleva.
Se me ocurre que el patético caso de Darlin es solo un eslabón de la larga, y acaso interminable cadena de injusticia social que según parece, nunca acabará en la sociedad dominicana.
En el ángulo superior izquierdo, página 6 de fecha sábado 10 de los corrientes, el titular de la crónica del periodista Ramón Rodríguez en el tabloide matinal Diario Libre dice: “Director de la Policía explica los cambios en San Cristóbal” con un subtitulo muy atrevido, y hasta absurdo.
El general reitera que el caso del dinero encontrado por el “buzo” ya está solucionado, reza el texto adicional. Pero, ¿cuál solución?, si él mismo afirma en el despacho de marras que no sabe de quién es el dinero, y que la investigación dirá.
Para un buen entendedor pocas palabras bastan, se dice desde tiempos inmemoriales. Sin embargo, al paso que va el caso del ahora desdichado Darlin Franco van sobrando las palabras y también se podría esfumar el dinero con que lo quiso premiar el Divino Creador; Él sabrá por qué.
El director de la Policía Nacional, mayor general Nelson Paredes Pequero, está pisando procelosas arenas movedizas que se lo pueden tragar junto a la ambición que ya no disimula.
Cancelar a alistados y suspender en una suerte de retiro adelantado a oficiales de la plana mayor en medio de una supuesta investigación, es una táctica harto conocida que casi siempre procura el silencio de todo el que pueda ser estorbo para el fin premeditado…
En materia mobiliaria la posesión da título de propiedad, lo mismo que un certificado catastral del Tribunal Superior de Tierra, si se trata de un bien inmobiliario. De modo que todo lo que inventen para quedarse con lo que le pertenece al joven Franco legítimamente es ilegal, en tanto él no se robó ese dinero. Lo del Banco Ademi es una patraña sin duda alguna…